La adicción al trabajo es un mal de nuestro tiempo. Hasta el 12% de los trabajadores padecen de este problema en España, según un estudio de investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón de la Plana. Y de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), hasta el 8% de los españoles dedica más de 12 horas diarias al trabajo, es decir, más de 60 horas a la semana. Cuando muchos especialistas apuntan que hacerlo más de 50 ya es un posible indicio de la adicción. La urgencia permanente por hacer cosas «productivas», el perfeccionismo, la baja autoestima y el descuido de las relaciones personales y la propia salud son algunos de los posibles indicios de este problema.
Además de eso, el crecimiento de la tecnología hace que sea más fácil que nunca estar siempre activo. En un estudio, el 19% de los trabajadores ha reconocido que revisaron su correo electrónico en medio de la noche, mientras que el 52% lo revisó en la cama justo después de despertarse.
Estos números no sorprenden particularmente, porque muchos estamos entregados al trabajo. En el sentido de preocuparnos en exceso por éste. El problema llega al dedicarle tanto tiempo y esfuerzo –inducidos por una motivación incontrolable– que se llega a poner incluso en peligro las relaciones sociales y familiares al dejar de lado, aunque involuntariamente, la atención a otras áreas importantes de la vida.
De hecho, según las estadísticas, el trabajoadicto suele ser varón, de ciudad y de clase media-alta. Se jacta de que tiene mucho trabajo, no sabe delegar tareas en otras personas y le resulta complicado trabajar en equipo debido a los niveles de exigencia que pide a los demás.
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Crear estrés a los demás
No importa que trabajamos –o pensamos en el trabajo– los fines de semana. El problema es que los trabajoadictos, en realidad pueden llegar a crear estrés entre sus propios compañeros. En especial si se trata de directivos con equipos a su cargo; que se sorprenderán de lo sintonizados que están los empleados con sus horarios, cuando en realidad les mueve, o más concrtamente les paraliza, el miedo a no estar a su altura laboral.
Si un directivo trabaja las 24 horas del día, los 7 días de la semana, o nunca coge vacaciones, establece un precedente tácito de que espera los mismo de su equipo. Un comportamiento reflejo que también puede darse cuando el adicto al trabajo es un compañero. Intentar mantener largas horas y tratar de ser siempre brillante es la mejor receta para el estrés de quienes no son trabajoadictos.
Sin embargo, decirle a un adicto al trabajo que «rebaje su dosis» por el bien del equipo es probable que no sea una estrategia efectiva. Algunos trabajoadictos tienen necesidades psicológicas insatisfechas, que están tratando de suplir con trabajo. Lo que un directivo resdponsable puede hacer para reducir parte del estrés que el adicto al trabajo está contagiando involuntariamente al resto del equipo u organización es mostrarle su impacto, y ofrecerle estrategias para mitigarlo.
Concienciar al trabajoadicto
El trabajoadicto sufre un trastorno que forma parte de las llamadas adicciones psicológicas o sin sustancia, al igual que las relacionadas con Internet, el teléfono móvil, las compras, el juego, el sexo o el ejercicio físico. Los adictos al trabajo a menudo parecen jactarse de sus largas horas en él.
Por lo general, las profesiones u oficios entre los cuales hay más trabajoadictos, según las estadísticas mencionadas, son médicos, ejecutivos de banca, de finanzas o de consultoría y periodistas. En principio, acostumbran a negar que tengan un problema, pero puede reconocerse y tratarse.
Ser consciente, por ejemplo, de que se trabaja 15 horas seguidas, de que se habla continuamente de ello y de que no se sabe de otras cosas que no sea el trabajo es un buen principio para abordar la adicción al trabajo.
La terapia a seguir por alguien que se ha dado cuenta de que es un trabajoadicto no dista mucho de las pautas terapéuticas a seguir con cualquier adicción:
- Conciencia de la adicción al trabajo.
- Analizar de dónde y desde cuándo puede venir esa adicción.
- Cómo y por qué se ha ido configurando esa manera de actuar.
- Diseñar un plan de acción concreto, con horarios de trabajo.
- Y en paralelo, búsqueda de actividades para disfrutar del tiempo libre.
Pequeñas pautas que cuentan
Diversas investigaciones psicológicas demuestran que la adicción al trabajo puede afectar negativamente la salud y el bienestar de la persona, e incluso pequeños cambios pueden marcar la diferencia. Salir de la oficina antes de las 19h significa estar en casa para cenar con la familia…
Y llevar a cabo un repaso general los viernes, para revisar todas las tareas realizadas durante la semana, consiguen que quien deja la oficina porque llega el fin de semana se sienta realizado. Y se empiece a tomar libres sábado y domingo.
Y así, aunque la pareja siga bromeando con que uno continúa trabajando todo el tiempo, estará dando los pasos adecuados en pos de una solución definitiva a la adicción. ¿Próximo gran objetivo? Tomar las cuatro semanas de vacaciones que permite la ley cada año, y disfrutarlas de verdad.
En cualquier caso, si se detectas la posibilidad de padecer esta adicción, lo idóneo es acudir a un profesional en busca de ayuda psicológica.
También existen, y poco a poco amplían su número, las organizaciones y grupos de ayuda del estilo de Trabajoadictos Anónimos, en la misma línea de las agrupaciones organizadas para colaborar con personas adictas a las apuestas, al alcohol, a las drogas a otras sustancias y/o comportamientos.
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Carlos Duarte es director en CommSense y Grupo Psico. Su dilatada experiencia profesional, así como su vasta y heterogénea formación, le capacitan para abordar con éxito cualquier necesidad de consultoría, de formación, y/o de perfeccionamiento profesional y personal (coaching), tanto de forma individual como con equipos de trabajo.