«Tengo que hacer 20 cosas a la vez», «Debo de ser multitarea; si no lo fuese, ¿cómo podría hacer tantas cosas como hago?», «Las mujeres sí que podemos hacer varias cosas de manera sincrónica», «Gracias a las nuevas tecnologías el cerebro de nuestros hijos sí que es multitarea»…
Éstas y otras frases parecidas se pueden escuchan en las cafeterías de oficinas, a la salida de los colegios, en reuniones de directivos… estamos convencidos de que nuestro cerebro es capaz de trabajar en “modo multitarea”, y incluso nos esforzamos en hacer más de una cosa a la vez.
¿Multitarea o mediocres nerviosos?
Sin embargo, la neurociencia demuestra que tratar de forzar a nuestro cerebro para que trabaje en más de una actividad al mismo tiempo en realidad disminuye nuestra eficiencia y nuestras capacidades cognitivas, haciéndonos más lentos e imprecisos en nuestras tareas.
Muchos son los neurocientíficos que han investigado sobre esta cuestión. Hoy recogemos las conclusiones de David Rock, plasmadas en su libro The brain at work.
«Nuestra mente no puede trabajar en modo multitarea cuando las actividades a desarrollar requieren del funcionamiento de la corteza prefrontal de nuestro cerebro. La corteza prefrontal es el área de más reciente evolución del cerebro humano. En esta área se gestionan las actividades cognitivas como el análisis, la toma de decisiones, el aprendizaje, etcétera», explica el Dr. David Rock, que ‘bloguea’ con regularidad para Harvard Business Review, Psychology Today o The Huffington Post.
«Sólo en el caso en el que una actividad es realmente rutinaria y familiar para nosotros podemos realizar más de una tarea al mismo tiempo. En estos casos la tarea rutinaria pasa a ser ejecutada por la zona del cerebro llamada “ganglios basales”, dejando así libre a la corteza prefrontal, que será la que se encargue de la ejecución de la otra tarea», continúa el creador del término neuroliderazgo.
Repartir las tareas
Un ejemplo práctico Si conducimos de casa al trabajo yendo siempre por el mismo camino podremos al mismo tiempo escuchar con atención un audiolibro, que requiere un nivel moderado de concentración. En este caso, las tareas se reparten: la corteza prefrontal se encarga de escuchar el audiolibro y los ganglios basales, de llevarnos sanos y salvos a casa.
Sin embargo, si nos encontramos conduciendo por primera vez en el corazón de una gran ciudad, como Madrid, nos será imposible encontrar una dirección concreta y, al mismo tiempo, comprender las ideas contenidas en el audiolibro.
Nuestro coeficiente intelectual disminuye drásticamente cuando intentamos ejecutar más de una tarea a la vez, por lo que lejos de esas supuesta brillantez de la que presumimos al autoproclamarnos profesionales multitarea, somos menos eficaces y sufrimos estrés y cansancio.
Y ahora, ¿qué opináis? ¿Creéis de verdad que podemos leer los correos en nuestro smartphone al mismo tiempo que participamos de forma productiva en una reunión? ¿Pensáis que podemos leer sentados frente al televisor? ¿Mantenéis aún que es posible “atender” las conversaciones de Whatsapp mientras conducimos?
Carlos Duarte es director en CommSense y Grupo Psico. Su dilatada experiencia profesional, así como su vasta y heterogénea formación, le capacitan para abordar con éxito cualquier necesidad de consultoría, de formación, y/o de perfeccionamiento profesional y personal (coaching), tanto de forma individual como con equipos de trabajo.